17.4.18

SIRIA


Palabras de la periodista Leila Nachawati, para acompañar este dibujo contra el genocidio del pueblo sirio: 

Se ha vuelto insoportable el ruido, la propaganda, las visiones del mundo en dos ejes, los análisis de conflictos como si fuesen partidos de fútbol en los que hay que jalear a un equipo. Hay quien jalea al equipo EEUU/Israel/Arabia Saudí y hay quien jalea al equipo Rusia/Irán. En esos acercamientos los sirios están ausentes, no forman parte de los análisis, como si no hubiese activistas, intelectuales, académicos, hombres y mujeres sirias de todas las procedencias económicas y sociales que tuviesen algo que contribuir al presente y futuro de su país. [...]

Quienes mantenemos un discurso de condena de los fascismos domésticos (Asad / ISIS) y de las injerencias externas (Rusia, EE.UU., Irán, Arabia Saudí, Turquía, Israel...), y seguimos tratando de ampliar la voz de la población siria en el país o en la diáspora, nos enfrentamos a una violencia que encuentra un eco ensordecedor en canales de internet y que no ha dejado de arreciar en los últimos años. Se han vuelto cotidianos los insultos, las agresiones y vejaciones por parte de personas que por lo general no conocen el país, la región, su historia, su contexto político, sus dinámicas internas, su idioma.

Quienes conocen el país guardan, cada vez más, silencio. Un silencio tejido de trauma, de pérdida inabarcable, imposible de asimilar. Uno se prepara para perder a una madre, a un padre, puede asumir perder a un hermano, a un amigo, o un miembro de su cuerpo, pero no un país.

Fragmento del artículo "Siria: el silencio y los graznidos".