17.7.16

Gracias, Maestro Carlos Nine


Se murió Carlos Nine, un grande indiscutido y reconocido por todos. No debe existir dibujante de mi generación al que no le haya dejado alguna huella. Tuve la suerte de conocerlo y tratarlo durante un tiempo, en las reuniones de la Asociación de Dibujantes de Argentina. Brillante e incisivo, con un carácter difícil a veces, pero siempre inspirador. Sus observaciones, consejos amables o críticas durísimas siempre alentaban a estudiar y experimentar, a salir del lugar cómodo, a rajarle a la receta simple, a jugar con las formas, a interpretar gráficamente, a ser autor... Yo hablaba con él y me volvía a casa con ganas de dibujar, de probar técnicas, de desarrollar esos proyectos cajoneados. Por él conocí a los dibujantes alemanes de Simplicissimus, entre otros tantos artistas europeos. En los años que lo frecuenté logré afanarle algunos consejos e ideas sobre el dibujo, que siempre me vuelven cuando estoy trabado. Dejé de verlo, pero igual se me aparecía al lado del tablero, y con ese tono inquisidor me decía que no, que la línea no se usaba en automático, que a esa composición le faltaba unidad, que debía decidirme entre el plano o el volumen, que dejara de copiar a fulano... En mi imaginación, como en la vida real, tampoco regalaba elogios y, cuando los daba, igual contrabandeaba una pizca de crítica, que encendía la curiosidad y las ganas de explorar. Se fue un Maestro de todos los dibujantes argentinos. Nos deja su obra para que sigamos aprendiendo.