2.3.15

Don Ramón


Cuando yo era chico iba a comprar a lo de Don Ramón; almacenero de la vieja guardia, de los que te agregaban la yapa. Si alguno andaba medio seco le pedía: “¿me lo anota, Don Ramón?”. Entonces el tipo abría la libreta y le ponía el hombro a la economía barrial. Al poco tiempo se masificaron los supermercados, con sus ofertas, su marketing y sus productos acordes a las nuevas pautas de consumo. El gallego, sin posibilidad de competir, se convirtió en un símbolo del atraso y tuvo que cerrar. 
Mi recuerdo dibujado para Don Ramón.